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¿Me has enviado un mensaje de IQ Elite?

¿Me has enviado un mensaje de IQ Elite?

La profesión nos obliga, y nosotros encantados, a meter la nariz en todo tipo de redes sociales. Así hemos descubierto algunas temáticas interesantes (Lecturalia,Banana Connection…) y otras más abiertas, que quieren competir con Facebook (¡suerte!). IQ Elite es otra red,  dicen que creada por miembros de Mensa, la asociación internacional de personas con alto coeficiente de inteligencia. Pero son muy tramposos, mucho: IQ Elite, en realidad, es una red de citas tipo Meetic o Badoo, disfrazada de espacio de relación entre personas que comparten coeficiente intelectual, de ahí el IQ (Intelligence Quotient). Encima, tu IQ lo obtienen con un test demasiado corto que, además, infla los resultados. Bueno, esto no tendría mayor importancia si no fuera por la forma torticera que tienen de darse a conocer, basada en las más puras reglas del SPAM: envía miles de correos que con los que piquen ya hacemos negocio. Cuando el mensaje llega a tu buzón siempre es de la mano de alguno de tus contactos. Si es alguien con quien te relaciones ocasionalmente quizá no lo abras. Pero si llega de una persona cercana piensas “porqué no”, más aún cuando una parte de nuestro trabajo es probar nuevas plataformas y, también hay que decirlo, porque el gancho es realizar un test de inteligencia (¡vamos a alimentar el ego!). Ahí empieza la primera parte del drama. De la misma forma que han vampirizado los contactos del remitente para enviar mensajes en su nombre, van a hacer lo mismo con los tuyos. Casi inmediatamente recibirás emails, llamadas o whats de tu círculo preguntando qué les has enviado y… ya no se puede hacer nada. El...
La paradójica Ley de Cookies

La paradójica Ley de Cookies

La aplicación de la estúpida, (si, estúpida), nueva “Ley de Cookies” requiere una cookie para recordar el hecho de que un usuario anónimo no quiere cookies. ¿Para que hace falta una ley cuando todos los navegadores incluyen la opción de no aceptar cookies? Para los que aun no lo sepan dicha ley indica que las todas páginas web deben informar y conseguir el consentimiento previo del usuario para la instalación de cookies. El incumplimiento puede implicar una multa de hasta 150.000 euros. Habría que aclarar que técnicamente no es una ley, sino un apartado de un artículo de la LSSI y que se redactó para adaptarse a una directiva europea. Desde que se anunció se han sucedido un gran número de críticas, tanto por la dificultad de su aplicación como por su poca utilidad práctica. Esto demuestra lo extremadamente ignorantes que pueden llegar a ser los que proponen algunas leyes, sobre todo cuando estas nacen con un único fin recaudatorio. Los políticos demuestran su ineptitud en el peor de los momentos estableciendo una barrera más para los negocios en la Red. Esta normativa constituye una clara desventaja competitiva en los negocios de las empresas españolas y europeas frente al resto del mundo. A la administración pública la absurdidad de la norma le importa bien poco, básicamente porque ella no se la aplica. Al parecer el Congreso, los Ministerios, Ayuntamientos, Comunidades Autónomas… están exentos. Aconsejamos consultar este artículo de Pablo Burgueño para los que estéis interesados en el tema:...
Trabaja gratis. Más claro, agua

Trabaja gratis. Más claro, agua

Entre vergüenza torera e indignación es lo que sentimos al ver la oferta de ¿trabajo? de una empresa de cuyo nombre no queremos acordarnos (sólo la retendremos en la memoria para aconsejar a los amigos no trabajar ni con ella ni en ella). Estos caraduras buscan un experto en medios sociales. Trabajará 20 h por semana y sus funciones serán desarrollar y ejecutar estrategias de comunicación, dinamizar redes sociales y comunidades virtuales, crear y mantener un mapa de bloggers influenciadores y crear y presentar informes de resultados. La oferta está bien ¿verdad? Cualquier experto en medios sociales estaría contento por ofrecer su experiencia (de experto) en un trabajo así. Solo que el anuncio cruje cuando llegamos a la remuneración ofrecida: 0 euros. Que en la empresa sean unos malandrines que se aprovechan de la coyuntura no es nuevo. En los 80 ya empezó el truque “soy una gran agencia, tú un simple estudiante; si quieres trabajar aquí a cambio de aprender y presumir delante de tus compañeros de carrera no te pagaremos un duro y si eres bueno, dentro de seis meses empezarás a cobrar el sueldo mínimo”. Y los hijos de la clase media acudieron en tropel, creando un agravio comparativo con los que no se podían permitir el lujo de trabajar sin cobrar. Y de aquellos lodos, estos barros. Volviendo al anuncio de marras,  lo peor no es que unos aprovechados busquen un “experto en medios sociales” por 0 euros (que no pague alquiler, que tenga un tío en un súper que le pase comida, al que le guste caminar para no pagar transporte… ). Lo que mantiene este...
Consultar el móvil recién levantado de la cama

Consultar el móvil recién levantado de la cama

Eso es lo que hace el 74% de los encuestados entre los 18 y los 44 años por la International Data Corporation (IDC) para Facebook. La encuesta se realizó en marzo de este año en Estados Unidos y arroja otros datos interesantes que demuestran lo imbricados que están en la sociedad norteamericana los smartphones y Facebook.  Por ejemplo, que la mayor parte del tiempo que los usuarios pasan en la red se lo pasan revisando las noticias (16,4 minutos de media por día). Las dos siguientes actividades más populares son la mensajería de Facebook (9,5 minutos), actualizar el estado o publicar una foto (6,6 minutos/día). Lo mayoritario es entrar en Facebook varias veces al día para leer las noticias (63% de los encuestados), jugar (52%) y buscar aplicaciones nuevas. Lo más curioso es que los encuestados tendían más a buscar juegos y aplicaciones que a interactuar con los amigos comentado fotos o actualizaciones, un comportamiento poco social. Respecto a Facebook. los que entran varias veces al día lo hacen para controlar las noticias del muro (63%) y jugar (52%). Como dato curioso, los encuestados eran más propensos a buscar juegos o aplicaciones que a interactuar con amigos, comentar fotos o actualizaciones de estado, lo que parece indicar que no todos los comportamientos en una red social es necesariamente...
Señora, al rico community manager, que me lo quitan de las manos…

Señora, al rico community manager, que me lo quitan de las manos…

Muchas empresas han llegado a la conclusión de que deben tener presencia en las redes sociales porque todos están, pero sin tener claras las ventajas de dialogar directamente con sus consumidores y prospects. Por este motivo buscan pagar lo menos posible, porque no son conscientes de que es una inversión, no un gasto. Es aquí cuando aparecen las empresas que ofrecen paquetes de gestión en una más que discutible guerra de precios. “Creación de perfiles en Facebook y Twitter; 15 publicaciones al mes; tácticas de captación, dinamización y retención; atención de alertas y solución de crisis; acción promocional de fidelización; 2 promociones de posts para aumentar alcance; informe cuantitativo… 199€/mes”. Que me perdonen, pero este tipo de ofertas desprestigian la profesión y llevan a engaño. Si una marca se plantea entrar en las redes sociales es para dialogar con su comunidad de seguidores, fidelizarlos y rentabilizarlos. Si se limita a pegar mensajes sin escuchar a los usuarios es que no ha entendido de que va esto. Por ese precio, además, solo se podría incluir a duras penas 5 ó 6 horas mensuales de un community manager. De un social media strategist o un social media analyst ni hablemos. Esto es como cuando algún espabilado para ahorrarse pagar a una agencia de publicidad contrataba a un diseñador gráfico. ¿Y el trabajo del director creativo, el del copy, el del planner… quién lo hacía? Los responsables de la gestión de las redes sociales de una empresa son su voz y oído en ellas. ¿Dejaríamos que cualquier persona mal pagada tuviera tanta responsabilidad? Nos encantan los churros, pero los de churrería. Los de pretendidas...

El rollo legal de las cookies

La Ley 34/2002 nos obliga a avisarte de que usamos cookies (“galletitas”) propias y de terceros (ni de cuartos ni de quintos) con objetivos estadísticos y de sesión y para mostrarte la “publi”. Tenemos una política de cookies estupendísima y bla bla bla. Si continúas navegando, asumimos que la aceptas y te parece superguay y todo eso. Si no te parece bien, huye rápidamente y vuelve por donde has venido. Pincha el enlace para conocer los detalles. Tranquilo, este rollo de mensaje solo sale una vez.

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